Entrevista a Eugenio Yunis

Luces y sombras del impactante aumento del turismo en Chile

El experto relativiza los grandes números y exhorta a actuar contra la informalidad para no afectar las inversiones

Publicada 30/09/16 -Actualizada 06/09/23 17:52h
Luces y sombras del impactante aumento del turismo en Chile

Entrevista/ En Chile es unánime: Eugenio Yunis es uno de los hombres que más sabe de turismo. En una visita a Montevideo esta semana, Yunis expuso sobre turismo inclusivo en la Universidad Católica como miembro de la Comisión de Ética de la OMT, y asistió a la cena del Día Mundial del Turismo. En esta entrevista con HOSTELTUR LATAM desmitifica las impactantes cifras de turismo que exhibe Chile, afirma que la inseguridad de otras regiones beneficia indirectamente a los destinos de Sudamérica y reclama a los gobiernos que regulen de una vez la oferta informal de alojamiento.

El gobierno de Chile anunció recientemente unos números de crecimiento del turismo y de expectativas que son muy importantes. ¿Cómo se percibe eso internamente en la industria chilena?

Ya el año pasado había habido un crecimiento importante. Este año el primer semestre muestra cifras de crecimiento de 28% en la llegada de turistas extranjeros, es inédito obviamente y la industria en general está expectante respecto a que se mantengan tasas elevadas. Hay que matizar sí, lo hago yo y lo ha hecho la subsecretaría de Turismo, que una gran parte de ese crecimiento -el 85% de esa tasa de 28% de incremento- se debe al mercado argentino. Se liberalizó el tema cambiario, hay tal vez más confianza económica con el nuevo gobierno y también una situación de tipo de cambio que hace que muchísimos argentinos vayan por el día o por una noche a llenar sus despensas. Compran todo tipo de artículos. Eso es valioso para Chile, porque queda dinero, pero para matizar este enorme crecimiento está debido al mercado argentino y, aunque no en su totalidad, está motivado por las compras. No podemos echarnos para atrás y sentirnos satisfechos porque estamos creciendo al 28%; eso puede parar ante cualquier dificultad económica en Argentina o que los tipos de cambios se nivelen y que ya no sea tan barato ir a comprar a Chile.

¿Los desafíos grandes para el posicionamiento siguen estando fuera de la región?

Sí, sin descuidar los mercados regionales que son muy importantes, uno no puede echar todos los huevos en la misma canasta. Hoy el mercado argentino es el 50% del receptivo en Chile, se trata de mantenerlo pero que también crezcan otros mercados para no depender de un solo mercado que es el argentino. Otras cifras destacables del primer semestre muestran un crecimiento destacado de llegadas desde Estados Unidos, un poco por tipo de cambio pero también –algo que creo que puede beneficiar a Uruguay, a Argentina- por percepción de seguridad. Hay tantos problemas en Europa, en Asia, por no hablar de Medio Oriente, y el norteamericano es un mercado obsesivo casi por el tema de la seguridad. Si las condiciones de normalidad política y económica se mantienen en nuestro Cono Sur podemos seguir beneficiándonos en los tres países de un flujo mayor de norteamericanos. Ha habido también un aumento de la capacidad aérea entre Estados Unidos y Chile, un factor que ha incidido en el crecimiento también de Italia, ya que se repusieron los vuelos de Alitalia.

Eugenio Yunis estuvo en Montevideo con motivo del Día Mundial del Turismo.
Eugenio Yunis estuvo en Montevideo con motivo del Día Mundial del Turismo.

¿Cómo está en Chile la confianza de la industria y cómo se están comportando los niveles de inversión?

Sigue fuerte la inversión hotelera principalmente. Aquí viene esta paradoja, y paso a la mal llamada economía colaborativa, nosotros hablamos más bien de oferta informal: a pesar del 28% de crecimiento las tasas de ocupación hotelera se mantuvieron igual que en los años anteriores, en torno al 60%. Eso varía entre una región y otra, pero anda en torno al 60%. Eso es lo que preocupa, porque uno dice ¿dónde se alojó ese 28%?

También creció el número de habitaciones.

Sí, pero no tanto. No alcanza para justificarlo. Creció el número de habitaciones pero estamos convencidos en Fedetur, al menos en la Asociación de Hoteleros de Chile, de que una buena parte se aloja en alojamientos informales. Entre ellos muchos argentinos. Ya hemos comenzado con el gobierno desde hace un año a tratar este tema, hemos tenido reuniones internacionales en Montevideo donde se ha discutido el tema y el gobierno ha prometido que va a regular. No se trata de suprimir esa oferta sino regularla para que compita en términos más igualitarios.

Aquí en Uruguay hay un proyecto de ley que está siendo discutido en el Parlamento.

Allá en Chile no hay proyecto en el Parlamento, ni decreto ministerial ni nada, por ahora. El feeling de la industria es que el tema está planteado, el gobierno dijo que va a regular, pero queremos que lo hagan. Porque si no esto va a seguir creciendo y afectando a las nuevas inversiones también.

¿Qué perspectivas observa para el turismo en Sudamérica?

Yo veo buenas perspectivas; con la excepción de Venezuela. Nuestra Sudamérica está en buenas condiciones: hay tranquilidad, grandes atractivos, buena conectividad. Comparado con otras regiones que están sufriendo situaciones adversas –Francia está sufriendo mucho con el terrorismo, ha bajado el flujo de turistas- veo buenas perspectivas, incluso interregionales. Las condiciones económicas son relativamente buenas, siempre hay problemas, pero hay que seguir incentivando los movimientos intrarregionales. Y desde el exterior todavía nos falta ir a promover conjuntamente en Asia, un mercado emergente grandísimo; falta un trabajo más sistemático, individual de cada país, pero sobre todo grupal. En eso aprecio mucho las intenciones que ha planteado el gobierno de Argentina. Cuando el ministro de Turismo argentino, Gustavo Santos, estuvo en Chile hace relativamente poco se mostró muy decidido. Se necesita más fuerza, generar viajes de familiarización de periodistas, turoperadores chinos, japoneses y coreanos. Entre los tres países deben sumar 1.500 millones de personas, con que el 10% viaje –son 150 millones de personas- y el 1% de ellos venga a la región son 1,5 millones de personas. Es bien poco a lo que estoy aspirando.

¿LATAM sigue representando a Chile como lo hizo LAN Chile?

Yo creo que para los chilenos sí. Pero mis dudas están… en inglés se dice “fly the flag”. Ya no hacemos “fly the flag”. Entonces no sé qué pensará un británico, un español, un neoyorquino, con qué identifica un avión de LATAM. Los chilenos seguimos sintiendo que LATAM es LAN con un nuevo nombre. Pero lo importante es para afuera. Está por verse.

¿Cómo ve el relacionamiento turístico entre Uruguay y Chile?

Yo lo veo bien, aunque las cifras no se corresponden. Son pocos los uruguayos que viajan a Chile y pocos los chilenos que visitan Uruguay. Contando con dos o tres vuelos diarios, creo que podría haber mucho más intercambio. Los chilenos están viajando mucho al exterior, van a Perú por gastronomía, a Cuba, a Miami, a República Dominicana, al sur de Brasil, a Buenos Aires, pero una ciudad como Montevideo no es de las favoritas de los chilenos. Ahí hay un trabajo fuerte para hacer de los dos lados.  

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